Unusual cloud formation appears over Barcelona, Foto del Daily Telegraph de 15/8/2015 |
Si hubiera que reflejar con una sola palabra las diferencias, diría que, mientras las imágenes tormentosas asustan, la tormenta de imágenes aturde. Es verdad que en ambos casos uno tiende a sentirse paralizado por todo lo que va viendo: en el primer caso, estaríamos ante una turbación creciente que va infiltrándose y dominándolo a uno; en el segundo, es una perturbación reiterada del escenario, una especie de parpadeo cegador, lo que anula su capacidad de respuesta. Queda por responder cuál sería el efecto del caso más actual, el de la tormenta de imágenes tormentosas. Para hacernos una idea debería bastarnos con partir de nuestras propias impresiones: la parálisis está obviamente asegurada, pero en el interior de uno hierve un sentimiento terrible, mezcla de rabia y temor, que posiblemente acabe por liquidar esa parálisis, aunque sin dejar espacio suficiente para encontrar, tras el estallido, una mínima satisfacción en la razón.
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